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La sociolingüística: una visión panorámica

Diana Gonzalez


Lengua y sociedad

Aunque se puede estudiar una lengua como un sistema de códigos, con símbolos y estructuras, de hecho una lengua es parte esencial de la interacción social del ser humano y merece ser estudiada desde esa perspectiva. Un estudio estructural estéril de la fonética, fonología, sintaxis, etc. de una lengua no muestra este aspecto. Durante las últimas décadas surgió un campo especial dentro de la lingüística que da más énfasis a la lengua como actividad social, y este enfoque se llama: sociolingüística.

La sociolingüística estudia el lenguaje en su contexto social, esto es, analiza las expresiones lingüísticas y sus normas de uso en relación con los contextos sociales, y como parte de una cultura. Dichas expresiones pueden ser vistas como propias del lenguaje estándar o de una variedad dialectal, parte del repertorio lingüístico femenino o masculino, adolescente o adulto, rural o urbano, de las clases altas o bajas, de uso formal o informal, entre otros, y pueden ser analizadas desde el punto de vista de los sonidos (fonética/fonología), la forma (morfología), las combinaciones (sintaxis) o el significado (semántica).

Variación

Desde que las lenguas humanas son utilizadas por comunidades sociales, en condiciones normales hay variación entre los hablantes. No existen dos personas en una misma comunidad que tengan exactamente la misma pronunciación, el mismo léxico, o la misma sintaxis. Siempre hay diferencias. En algunos casos estas diferencias posiblemente no tienen ninguna importancia. En otros, sin embargo, las diferencias indican algo acerca del hablante: su grupo social, su trabajo, su educación, la región en que creció, la lengua nativa de sus padres, su actitud hacia el oyente. Este rango de información se da en todas las comunidades lingüísticas.

También, en todos los grupos lingüísticos los hablantes tienen la oportunidad de elegir entre varios estilos de habla. Uno generalmente habla de manera distinta con su abuelo, su madre, o su bebé. En muchas sociedades hay estilos diferentes para hablar con respeto: tal vez una diferencia de pronombre o de conjugación de verbo (como en español y en náhuatl), o el uso de la voz pasiva en lugar de la voz activa (como en seri), o el uso de una entonación muy alta (como en zapoteco, Persons 1997), u otra diferencia que usualmente no se menciona en una gramática tradicional. La descripción completa de una lengua incluye forzosamente tal información.

Dialectos geográficos y sociales

Durante la historia de una comunidad, en todas las lenguas se han dado cambios pequeños. Por ejemplo, el latín se hablaba en un territorio inmenso, y poco a poco hubo cambios en la pronunciación según la región en que vivían los hablantes. Se puede hablar de las variantes, o dialectos, del latín. En algunos casos los cambios resultaron del contacto con otras lenguas regionales que hoy tal vez desconocemos. Se tomaron palabras prestadas de estas lenguas, y hubo influencia de la sintaxis y fonología de las mismas. En otros casos, los cambios que se introdujeron fueron cambios naturales: la pérdida de ciertas consonantes en posiciones débiles, la asimilación de un sonido a otro en su entorno, etc. De esta manera se desarrollaron dialectos geográficos o regionales del latín, que vinieron a ser las muchas lenguas de la familia romance conocidas hoy como catalán, castellano, gallego, portugués, español, rumano, florentino, napolitano, siciliano, italiano, languedoc, francés, etc. (Los cambios en una lengua a través de la historia son estudiados por la lingüística histórica.)

Con la estratificación de la sociedad, como sucede en muchas civilizaciones del mundo, se desarrollan también dialectos sociales. El habla de la corte o de la clase educada o de algún gremio laboral se caracteriza por algunos aspectos lingüísticos diferentes. Por ejemplo, puede ser que las mujeres de familias adineradas empiecen a pronunciar la r al final del enunciado como un vibrante múltiple sorda. Este pequeño cambio, poco notable para muchos, empieza a marcar lingüísticamente al grupo social.

Cuando son muchos los cambios que diferencian dos variantes de una lengua y estas se vuelven mutuamente ininteligibles, es común empezar a hablar de dos lenguas. Desde que no existen parámetros claros para delinear la diferencia entre 'dialecto' y 'lengua', muchas veces es imposible aclarar la diferencia.

Algunos temas importantes dentro del campo sociolingüístico son:

Bilingüismo y/o multilingüismo

En la mayoría de las sociedades humanas hay un grado de multilingüismo natural. Entre los hablantes de lenguas indígenas en las Américas es común tener algún conocimiento de español, inglés o portugués. Esta situación multilingüe (o bilingüe) no es nueva, ya que antes de la venida de los españoles, portugueses e ingleses al continente americano había también mucha interacción entre las sociedades autóctonas. Sin embargo, entre hablantes de lenguas mayoritarias, como español, francés, e inglés, es menos frecuente el multilingüismo aparte de en la educación formal, excepto en las fronteras entre comunidades lingüísticas como por ejemplo entre Estados Unidos y México, o Brasil y Argentina.

En general, se habla de bilingüismo o multilingüismo cuando en una sociedad coexisten dos o más lenguas. Básicamente la investigación se enfoca en cuatro áreas principales: grado de bilingüismo, funciones de las distintas lenguas, cambios en el uso y separación o integración de las mismas por parte del hablante.

Un caso especial de bilingüismo es la diglosia. Este término fue acuñado por Ferguson 1959 y se refiere a la coexistencia de dos lenguas en una misma sociedad, con dominios de uso estrictamente diferentes pero en relación complementaria. Ferguson denominó a las dos variedades: "alta" y "baja". La variedad "alta" es la que se utiliza en situaciones formales y públicas; la variedad "baja" se usa en situaciones informales y privadas. La diglosia es una situación relativamente estable. Cuando comienza a producirse un desequilibrio en el sistema y una superposición en los dominios de uso, es posible predecir que en un futuro no muy lejano una de las variedades se impondrá y desplazará a la otra.

Mantenimiento y cambio de lengua

El mantenimiento o el cambio de una lengua son el resultado de una selección entre dos o más lenguas. Este proceso no se produce de manera inmediata. El cambio implica que la comunidad simplemente ha escogido una lengua en detrimento de otra. Los miembros de la comunidad eligieron en forma colectiva utilizar la lengua más nueva o reciente en lugar de la que habían venido usando anteriormente. En el caso del mantenimiento, la comunidad decide conservar la lengua tradicional. Este fenómeno es propio de sociedades bilingües o multilingües.

El cambio puede llevar a la desaparición o "muerte" de una lengua cuando la comunidad abandona totalmente el uso de la lengua tradicional y la remplaza por la variedad más reciente en todos los dominios de uso y ya no quedan hablantes nativos de la misma.

Cambio de código

Muchas veces los hablantes bilingües comienzan una frase en una lengua y la terminan en otra. Este fenómeno es conocido como cambio o mezcla de códigos. Las causas que motivan estos cambios son variadas y difíciles de determinar. A veces la variación se debe claramente al cambio de tema o interlocutor (cambio de código); otras veces simplemente se mezclan dos lenguas en una misma frase sin razón aparente (mezcla de códigos).

Además, en todas las lenguas existen términos que en un principio fueron incorporados como préstamos pero que han venido a formar parte del léxico general. Por ejemplo: pizza, bouquet, sweater, jersey, garaje, soufflé, etc.

Actitudes lingüísticas

Las actitudes de un hablante o una comunidad hacia una lengua son muy diversas y llegan a cambiar con el tiempo. Una variedad lingüística puede ser considerada "pobre", "rica", "dulce", "áspera", "fea", "hermosa", etc. Asimismo, estas actitudes pueden extenderse a los hablantes de una lengua o dialecto particular ("inteligente", "bruto", "honesto", etc.). Lo opuesto también es posible, ya que una sociedad puede aplicar el concepto que tiene de un hablante hacia su variedad lingüística.

Las actitudes hacia una lengua pueden influir en la adquisición de la misma. Por ejemplo, una variedad considerada prestigiosa puede motivar que los miembros de una comunidad estén interesados en aprenderla. Asimismo, puede ayudar a la comunicación, ya que el grupo va a poner mayor esfuerzo en tratar de entender a un hablante de la variedad de prestigio. Sin embargo, también puede ocasionar la reacción contraria: los miembros de la comunidad se identifican con su grupo de pertenencia y se niegan a adquirir o entender la otra variedad.

Procesos de estandarización lingüística

Un grupo lingüístico que utiliza varias formas de habla (dialectos) tiende a proponer alguna como la forma estándar. En la experiencia europea y de la América indígena, por ejemplo, ha sido la forma del grupo dominante en el poder político (castellano, inglés del sur de Inglaterra, náhuatl de los aztecas, quechua de los incas), o cultural (florentino), la que se impuso.

Según Stewart 1968, el proceso de estandarización se produce cuando una de las variedades de una lengua es aceptada ampliamente por toda la comunidad de hablantes y se convierte en la "mejor", superando a otros dialectos regionales y sociales.

De acuerdo con la clasificación de Stewart 1968 una lengua estándar tiene las características siguientes: estandarización, autonomía, historicidad y vitalidad. Por estandarización se entiende la existencia de gramáticas, diccionarios, y otro tipo de normativas. Autonomía implica que el sistema tiene coherencia en sí mismo y es independiente de otro. Historicidad se refiere a la existencia de documentos que comprueben su historia (obras literarias, toda clase de escritos, etc.). Vitalidad alude a la existencia de hablantes nativos y su uso como medio de comunicación permanente en una comunidad. Las variedades que no cumplen con todos estos requisitos no son consideradas estándar.

Planificación lingüística

Usualmente los conflictos lingüísticos dentro de una sociedad se relacionan con tensiones políticas, económicas y culturales, especialmente cuando conviven varios grupos étnicos diferentes. De la observación de dichos conflictos surge la pregunta acerca de una planificación lingüística que estabilice la situación. En este proceso las fuerzas de unificación y estandarización se enfrentan a las de separación y regionalización.

La planificación lingüística no es llevada a cabo solamente por agencias gubernamentales, sino que puede ser impulsada también por organizaciones religiosas, grupos que promueven intereses nacionales o económicos e, incluso, individuos particulares.

Una limitación esencial de la planificación es la aceptación. Ninguna de las alternativas lingüísticas propuestas por las entidades mencionadas anteriormente logrará tener éxito si no es aceptada por la población en forma mayoritaria.

Referencias

Ferguson, Charles. 1959. Diglossia. Word 15, 325–40.

Persons, Jan. 1997. High pitch as a mark of respect in Lachixio Zapotec. Work Papers of the Summer Institute of Linguistics, University of North Dakota Session 41. En internet: http://www.und.nodak.edu/dept/linguistics/wp/1997Persons.PDF.

Stewart, William A. 1968. A sociolinguistic typology for describing national multilingualism. En Joshua Fishman (ed.), Readings in the Sociology of Language. Mouton: La Haya.