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La fonología general: una visión panorámica

Stephen A. Marlett y Gastón Salamanca



La variación fonética

(Algunas ideas vertidas en esta subsección están adelantadas en la presentación de la fonética).

Cuando nos ponemos a pensar acerca de "lengua", nuestros pensamientos en algún momento se detienen en las partes del cuerpo humano que producen los sonidos (los "articuladores"). De estas partes del cuerpo la lengua es la más prominente. De hecho, en muchas lenguas, incluyendo el castellano, la palabra "lengua" tiene dos acepciones: el órgano articulatorio y el sistema de signos que sirve para la comunicación.

Muchas partes del cuerpo tienen que ver con la producción de sonidos (la lengua, la mandíbula, las cuerdas vocales, los labios, los pulmones, etc.), y como uno puede verificar fácilmente al mover la lengua o al hacer el sonido de la sirena de una ambulancia, estos articuladores no tienen solamente dos, tres, o hasta diez posiciones fijas (encendido/apagado, alto/medio/bajo, etc.) —como un interruptor de luz o la palanca de cambios de un vehículo—, sino que poseen una variabilidad más semejante a la de una cuerda de una guitarra. El resultado es que una persona es capaz de producir miles de sonidos diferentes. Algunos de ellos se parecen mucho, pero se pueden detectar las diferencias si uno escucha cuidadosamente.

A pesar de esta capacidad increíble, ninguna lengua se organiza en términos de mil consonantes o cien vocales. Las lenguas humanas son más selectivas. En efecto, mientras una lengua puede tener tres o cuatro o cuarenta variedades de sonidos que parecen "a" fonéticamente (depende del grado de precisión que uno utilice —véase el campo de lingüística que se llama fonética, es probable que sólo tenga una o dos vocales "a" fonológicas. La fonología es el estudio de la organización de los sonidos de una lengua.

La organización de los sonidos y el análisis fonémico

La fonología intenta dar sentido a los datos fonéticos, tratando de descubrir lo que el hablante de la lengua sabe acerca de ellos (probablemente sólo en forma subconsciente). La fonología, en consecuencia, considera el inventario de sonidos que la lengua tiene. Por ejemplo, el castellano tiene sonidos que no se presentan en francés, y viceversa. Determinar la función de los sonidos en una lengua es una de las tareas del fonólogo que tiene importancia especial para los que ayudan en el desarrollo de sistemas de escritura para lenguas que todavía no lo tienen. Dicho en palabras de Crystal:

La fonética es el estudio de todos los posibles sonidos que el habla tiene; la fonología estudia la manera en que los hablantes de una lengua sistemáticamente utilizan una selección de estos sonidos del habla para expresar significado … (Crystal 1992:160)

El inventario limitado de sonidos que una lengua utiliza para formar palabras se llama comúnmente fonemas. Éstos, a su vez, se clasifican en consonantes y vocales. Algunas lenguas además tienen tonos como fonemas.

Los fonemas de una lengua se ilustran comúnmente con pares mínimos, esto es, pares de palabras que se distinguen por un cambio mínimo. Por ejemplo, las palabras supe y sube son un par mínimo, tal como lo son las palabras peso y beso para los mismos sonidos. Las palabras cana y caña son un par mínimo que ilustra otro par de sonidos contrastivos del castellano.

El análisis fonológico se basa en el principio de que ciertos sonidos causan cambios en el significado de una palabra o una frase, mientras otros sonidos no lo hacen. (Crystal 1992:160)

Esta evidencia es importante para la fonología porque los sonidos de una lengua pueden variar cuando se encuentran en ciertas posiciones. Por ejemplo, la letra n de una palabra como un se pronuncia diferente cuando se presenta antes de una vocal(como en un oso), o antes de una consonante (como en un dedo, un caso, etc.). El lector podrá advertir, en efecto, que al pronunciar la n antes de cualquier vocal el ápice de lengua se sitúa en la zona de los alvéolos, mientras que al pronunciar esta consonante antes de una c entran en contacto la zona posterior de la lengua y el velo del paladar (constrástese la pronunciación de n en frases como un ave / un golpe, un hijo / un joven, etc.). Otro ejemplo: en el castellano de algunos lugares, la s puede pronunciarse con vibración de las cuerdas vocales cuando se presenta antes de una consonante sonora como m, n, l, r, b, d, o g. Así, por ejemplo, una palabra como mismo en algunos lugares se pronuncia [mizmo] ("el símbolo [z] se utiliza en fonética para transcribir una "s sonora") . Decimos que el fonema /s/ tiene en esos lugares dos pronunciaciones —dos alófonos— según su contexto: [z], en contacto con consonante sonora; y [s], en los demás casos. Es crucial entender este aspecto lingüístico al momento de proponer ortografías para lenguas que aún no tienen sistema de escritura. También es importante para aprender la lengua. Cada lengua tiene su estructura y organización interna, pero hasta que uno no abre el candado de sus secretos, puede permanecer misteriosa y parecer difícil.

Tradicionalmente se distingue entre representaciones fonéticas y representaciones fonémicas en la siguiente manera: una representación fonética se presenta en corchetes [ ], con todos los detalles deseados, y la representación fonémica se presenta con diagonales /  /, omitiendo los detalles fonéticos que son predecibles. Por ejemplo: [mizmo] (representación fonética del habla particular de ciertas personas), [mismo] (representación fonética del habla de otras personas), [mihmo] (representación fonética del habla de otras personas; pero /mismo/ (representación fonémica del habla de todas estas personas).

Rasgos

Los sonidos no son elementos indivisibles. En efecto, así como las moléculas se componen de átomos, los sonidos se componen de rasgos. Estos rasgos distinguen unos sonidos de otros y ayudan a explicar las maneras en que éstos interactúan. Por ejemplo, los sonidos [p] y [b] tienen rasgos que los caracterizan como consonantes oclusivas bilabiales. En cuanto al rasgo [sonoro] son diferentes porque uno de ellos es sordo y el otro es sonoro. La oclusiva bilabial sorda [p] tiene el rasgo [-sonoro], o (alternativamente, según la teoría), carece del rasgo [sonoro]. La oclusiva bilabial sonora [b] tiene el rasgo [+sonoro].

Estructura silábica

La fonología también aborda otros temas, tales como por qué una palabra como rtepa no puede ser una palabra del castellano. Podemos observar que en esta palabra los sonidos están bien, pero hay algo de su organización que resulta anómalo para el castellano. En efecto, si intentamos dividir esta palabra en dos sílabas permitidas en castellano, no podemos hacerlo. La secuencia rte no forma una sílaba.

Las consonantes se dividen comúnmente en varios grupos según la manera en que se pronuncian y en que funcionan en la lengua. Algunas consonantes, como la r, la n y la y del castellano tienen más sonoridad que las otras. Esta diferencia ayuda a entender por qué rte no es una sílaba del castellano. Universalmente hay una tendencia (que el castellano sigue en forma bastante estricta) a incrementar la sonoridad de las sílabas hacia su núcleo (la vocal). En el caso no permitido de rte, se ha intentado empezar con una consonante de alta sonoridad y continuar la sílaba con una consonante de baja sonoridad. Al contrario, y siguiendo la tendencia universal, la secuencia inversa tr sí es aceptable en castellano.

Procesos fonológicos

Los rasgos se utilizan para describir cambios fonológicos en la lengua. Por ejemplo, cuando la palabra /mismo/ tiene la pronunciación [mizmo], se habla de un proceso de asimilación. El rasgo [+sonoro] que tiene el fonema /m/ se extiende al fonema /s/, y se añade a los que ya tiene este fonema, resultando así el alófono sonoro [z]. De manera análoga, la consonante final de la raíz de concebir, una consonante bilabial sonora, cambia a [p] cuando se añade el sufijo -ción (fonémicamente /sion/) a causa de la influencia del sonido sordo con que este sufijo empieza. Hay una asimilación fonológica en cuanto al rasgo [sonoro].

Otros tipos de procesos fonológicos comunes tienen que ver con la estructura silábica. Una vocal se inserta o se elimina, por ejemplo, para hacer que la palabra tenga una estructura silábica aceptable en la lengua.

Entonación, acento y tono

La fonología también considera el papel que tienen elementos fonéticos como la tonalidad de la voz. Las diferencias tonales entre preguntas, como ¿Salió?, y afirmaciones, como Salió, son importantes en el castellano. Este uso de tonalidad se llama entonación.

Otro uso de tonalidad típicamente indica la diferencia entre tiempo presente y tiempo pretérito en el castellano, como en hablo y habló. Cuando el tono se combina con otros elementos (amplitud, por ejemplo) en maneras importantes y tiene características especiales, se conoce como acento.

Cambios en los tonos tienen otro tipo de importancia en una lengua como el chino mandarín. En esta lengua, ma con un cierto tono significa 'madre', con otro significa 'cañamo', con otro 'caballo', y con otro 'regañar' (Crystal 1992:172). Este uso de tonalidad se conoce como tono.

Sistemas de escritura

Los sistemas de escritura de comunidades lingüísticas —sus ortografías— comúnmente se basan en los sonidos de la lengua, de tal manera que es importante entender la función que éstos desempeñan. Se habla de la fonología de la lengua bajo consideración.

Al examinar la escritura de las palabras en el castellano (y muchas otras lenguas), se puede apreciar que existen casos en que se da una correspondencia exacta entre el número de fonemas que posee una palabra y el número de grafemas (letras) que se utilizan para representarlos. También se dan casos en que tal simetría no existe. Un ejemplo de la primera situación se aprecia en la palabra fin, donde los tres fonemas que componen esta palabra (/f/, /i/, /n/) son representados en la escritura por idéntico número de grafemas: "f" "i" "n". Por cierto, esta es la situación "ideal". Un ejemplo del segundo caso —desfase entre el número de fonemas y grafemas— lo encontramos en la palabra hubo, donde se utilizan cuatro grafemas ("h" "u" "b" "o") para representar sólo tres fonemas (/u/ /b/ /o/). Otros casos de desfases se pueden advertir al considerar palabras como gitano y jefe —donde dos grafemas distintos ("j" y "g") representan un mismo fonema /x/— y en una palabra como cinco, donde se utiliza una misma letra ("c") para representar dos fonemas diferentes: la fricativa (/s/ en Latinoamérica, otra fricativa en España) al principio, y la /k/ al final. Estos desfases explican los muchos años que se necesitan para el aprendizaje de la lectoescritura. Por cierto, en el desarrollo de alfabetos se trata de evitar tales inconsistencias.

Resumen

  1. La fonología considera los datos fonéticos dentro de un sistema que el hablante ha internalizado.
  2. La fonología considera los sonidos de una lengua como partes de un sistema. Comúnmente se habla de un inventario de fonemas.
  3. La fonología intenta entender la influencia que los sonidos tienen unos sobre otros.
  4. La fonología nos ayuda a entender por qué algunas palabras no existen y no pueden existir en cierta lengua.
  5. Los sistemas de escritura para la mayoría de las lenguas se basan en un análisis de la fonología de esa lengua.

Referencia

Crystal, David. 1992. The Cambridge Encyclopedia of Language. Cambridge: Cambridge University Press.