¿Palabra o afijo?

Es posible pensar, por la tradición de la escritura que compartimos, que es fácil determinar si un morfema es un afijo o si es una palabra. La verdad es que no es siempre obvio. Son especialmente problemáticos los morfemas no acentuados que están antes de o después de una raíz. La decisión afecta la manera en que tratamos ese morfema —dentro del componente morfológico o dentro del componente sintáctico. Queremos saber si el orden de cierto morfema en la cadena de sílabas se debe a una regla morfológica (formación de palabras) o una regla sintáctica (formación de frases).

Veremos con las pruebas que presentaremos que podemos afirmar que el morfema "Plural" en español es un sufijo, y que el morfema de es una palabra, aunque los dos morfemas son similares en que no llevan acento prosódico. Decimos que "Plural" se describe con una regla morfológica en el español (N [+plural] se forma con N + /(e)s/), porque es un sufijo. Asimismo, decimos que de es una preposición en la frase de Juan, y se describe con una regla sintáctica.

No podemos saber si un morfema es una "palabra" solamente por averiguar si se puede usar "solo". Hay muchos morfemas que intuitivamente son "palabras" (y no son afijos) sin poder usarse como palabras independientes. (Dejamos a un lado el uso especial —el uso metalingüístico— cuando estamos hablando acerca de las palabras mismas. Debemos hacer nuestras decisiones basándolas en el uso normal de la lengua.) Por ejemplo, los siguientes morfemas del español —diremos, "palabras"— no tienen usos como enunciados independientes: un, la, los, por, de, con, si, tan, o, y, que, sin, etc. Algunas definiciones tradicionales de "palabra" —como "la forma libre mínima"— simplemente no son adecuadas. Una palabra como "tan" no se utiliza como un enunciado y así que no esa una forma libre.

Se propone aquí un test para saber si un morfema no acentuado se describe con la sintaxis. Si una palabra independiente, o una frase, puede aparecer entre dos morfemas bajo consideración, los morfemas no son partes de la misma palabra. La falta de evidencia positiva con este test no nos indica que los morfemas bajo consideración están en la misma palabra, porque la falta de evidencia positiva no es evidencia negativa.

Otra evidencia

Cuando no hay un test positivo para dividir las palabras, uno tiene que tener cuidado con su decisión. Es posible que los morfemas pertenezcan a la misma palabra, pero también es posible que sean morfemas que pertenecen a una construcción de palabras con un orden bastante fijo. El morfema negativo no en español no se separa del verbo: no voy (*no yo voy, *no Juan va). Uno tiene que buscar otra evidencia para decidir si es prefijo o no.

Generalmente, se supone que cuando hay mucha interacción fonológica entre los elementos, se trata de una sola palabra. Por ejemplo, cuando es necesario describir muchos cambios, como en las conjugaciones de verbos y declensiones de sustantivos, entonces los morfemas están en la misma palabra. Un poco de alomorfía en un morfema no necesariamente indica que ese morfema depende de otro palabra morfológicamente. Por ejemplo, la preposición en tiene alomorfos por la asimilación de la nasal en cuanto a su punto de articulación de la palabra que sigue. No obstante, es una palabra aparte: en el teatro, e[m] papel. Más interesantes son los casos como el artículo definido la de español, que tampoco es prefijo: la mesa, la nueva mesa. Este morfema tiene un alomorfo muy especial antes de una palabra que empieza con una a tónica: se usa el alomorfo el: el ave (compare las aves), el arpa (compare las arpas), el ala (compare las alas). Esta alomorfía, aunque interesante, no niega que el artículo definido sea una palabra aparte. Algo similar pasa en inglés: el artículo indefinido tiene dos alomorfos: uno antes de palabras que empiezan con vocal y otro antes de palabras que empiezan con consonante: an apple ('una manzana'), a hat ('un sombrero'). No obstante esta alomorfía, el artículo indefinido en inglés no es un prefijo porque se separa del sustantivo: a big apple ('una manzana grande').

Generalmente se supone también que es más difícil utilizar la entonación para dar énfasis a un afijo que a una palabra. Sin embargo, puede ser que una palabra de cierta clase también sea imposible de enfatizar (por ejemplo el adverbio no en la oración No es correcto). Otra vez, la falta de evidencia positiva no es evidencia negativa.


Ejercicios

Soluciones