Reglas que se aplican cruzando lindes de palabras

[apartado anterior: Reglas de habla rápida]

Han sido de interés especial a los lingüistas los procesos fonológicos cuya aplicación se observa después de la yuxtaposición de las palabras en una frase. Se asume que estos procesos son los más productivos y los más naturales de la lengua. Por el hecho de que las reglas que describen estos procesos se aplican después de que yuxtaponer las palabras (los items léxicos), dichas reglas se han llamado reglas postléxicas.

Características de las reglas postléxicas

Las reglas postléxicas tienen ciertas características:

(1) No tienen excepciones (aparentemente), si se elaboran con precisión. Esto quiere decir que no habrá (digamos) 30 excepciones para las cuales uno tiene que decir "Bueno, es que la regla no se aplica a esa palabra." La idea es que una "excepción" fonológica se puede estipular en el léxico, pero no se puede estipular en la sintaxis, y ya cuando estamos yuxtaponiendo items, estamos en el componente sintáctico de la gramática.

(2) Es posible que sean reglas "optativas", porque algunas de ellas pueden aplicarse solamente en habla casual o habla rápida.

(3) Es posible y común que produzcan sonidos que no pertenecen al inventario fonémico de la lengua; producen alófonos.

(4) Es posible que produzcan sonidos que son difíciles de caracterizar con un símbolo fonético sencillo porque son parcialmente caracterizados por un rasgo. Por ejemplo el "output" puede ser un sonido que es un poco sonoro, pero no totalmente.

(5) Es posible y común que se apliquen en un contexto que contiene un linde de palabra (pero no es necesario que sea así).

Una de las reglas postléxicas de español es la que asimila una consonante nasal al punto de articulación de la siguiente consonante. Esta regla es la que produce la m en campo y n-velar en banco.

¿Cómo demuestra esta regla las cinco características mencionadas? Primero, la regla no tiene excepciones. No hay palabras como canpo, tanba, bamco, tamto, ni ba[n]co (con n-alveolar). Segundo, la regla parece ser obligatoria excepto en ciertos casos que mencionaremos más adelante. Tercero, produce sonidos que no pertenecen al inventario fonémico, como la n-velar en banco y la nasal labiodental en enfasis. El punto de articulación de la nasal depende en la consonante que sigue, por lo tanto hay más nasales en el output (varias) que las que existen fonémicamente en español (tres). Y último, esta regla se aplica (tal vez no obligatoriamente) aun cuando hay un linde de palabra que se interpone. Por ejemplo, un beso suele pronunciarse [um'beso], y un gato suele pronunciarse con n-velar.